Creemos en el trabajo colaborativo, la escucha activa, el aprendizaje y apoyo mutuo, la horizontalidad, la diferenciación de roles y responsabilidades, la confianza, la conciencia de la diversidad y la creatividad.
Consideramos que la tierra es un organismo vivo, un ser en el que nos reconocemos y del que formamos parte. La tierra, como ser vivo, nos sustenta y proporciona lo esencial para nuestra existencia, por lo tanto, reconocemos y respetamos su biodiversidad, así como la diversidad de seres que habitan este planeta, incluyendo a todas las personas que se representan de diversas formas. Por lo tanto, abogamos por la búsqueda del bienestar humano que a su vez contribuya al bienestar de la tierra.
Valoramos y promovemos el respeto, la protección y la conservación de la tierra y todos sus seres vivos, tanto orgánicos como inorgánicos. Buscamos la regeneración de la tierra, permitiendo que sus ciclos continúen sin alteraciones o intervenciones humanas invasivas. También protegemos el agua como fuente esencial de vida, promoviendo su uso y disfrute de manera equilibrada. Asimismo, defendemos el derecho de la tierra a no ser alterada genéticamente ni modificada en su estructura, lo cual amenazaría su integridad y su funcionamiento vital y saludable.